Vamos a aprender mucho del amor de Dios con nuestras historias de la Biblia.
Pero primero, quiero que veáis este vídeo corto que nos enseña lo importante que es tener un poco de paciencia y actuar bien, sobretodo en estos días, pues todos estamos un poco cansados de estar encerrados.
Ya sabes, en tu casa nadie tiene culpa de esta situación y debes aprender a controlarte, pídele a Dios que te ayude cuando estés llegando al límite.
Quizás, tú pienses que lo que está sucediendo no había ocurrido nunca, pero no es así. A lo largo de la historia siempre ha habido pandemias, ya en el Antiguo Testamento, en el capítulo 13 del libro de Levítico, Dios da al pueblo de Israel unas pautas a seguir, cuando aparecían ciertas enfermedades contagiosas,algunas de ellas son:
1.- Los enfermos debían guarden cuarentena.
2.- Los enfermos debían cubrirse la boca y vivir aislados.
3.- Destruir la ropa contaminada.
¿Te suenan? ¿Pensabas que esas recomendaciones son algo moderno que la ciencia ha descubierto?
Pues ya ves que no, nuestro Dios que nos creó, también sabe como debemos protegernos. Muchos médicos creyentes de la antigüedad, encontraron en la Biblia la solución a ciertas enfermedades, antes de que la ciencia las descubriera.
La pandemia más habitual, en los tiempos en los que fue escrita la Biblia, fue LA LEPRA.
La lepra era una enfermedad de la piel, muy dolorosa y muy contagiosa. Los enfermos debían dejar a sus familias y sus ciudades, para ir a vivir a cuevas en las montañas o lugares muy alejados, muchos morían solos,separados de sus seres queridos, con la única ayuda de otros enfermos, pues no existían hospitales. Hoy en día, sigue existiendo en países muy pobres, pero ya hay medicación y médicos que los atienden.
Tanto en el Antiguo Testamento(AT), como en el Nuevo Testamento (NT), encontramos historias de personas con lepra.Vamos a estudiar, primeramente una del AT, está en: 2ª de Reyes 5:1-19.
Puedes leerla en tu biblia o puedes
Escuchar la historia de Naamán con este vídeo
Ahora descubre los valores que podemos aprender con esta historia, y como llevarlos a la práctica en nuestras vidas
Pero primero, quiero que veáis este vídeo corto que nos enseña lo importante que es tener un poco de paciencia y actuar bien, sobretodo en estos días, pues todos estamos un poco cansados de estar encerrados.
Ya sabes, en tu casa nadie tiene culpa de esta situación y debes aprender a controlarte, pídele a Dios que te ayude cuando estés llegando al límite.
Quizás, tú pienses que lo que está sucediendo no había ocurrido nunca, pero no es así. A lo largo de la historia siempre ha habido pandemias, ya en el Antiguo Testamento, en el capítulo 13 del libro de Levítico, Dios da al pueblo de Israel unas pautas a seguir, cuando aparecían ciertas enfermedades contagiosas,algunas de ellas son:
1.- Los enfermos debían guarden cuarentena.
2.- Los enfermos debían cubrirse la boca y vivir aislados.
3.- Destruir la ropa contaminada.
¿Te suenan? ¿Pensabas que esas recomendaciones son algo moderno que la ciencia ha descubierto?
Pues ya ves que no, nuestro Dios que nos creó, también sabe como debemos protegernos. Muchos médicos creyentes de la antigüedad, encontraron en la Biblia la solución a ciertas enfermedades, antes de que la ciencia las descubriera.
La pandemia más habitual, en los tiempos en los que fue escrita la Biblia, fue LA LEPRA.
La lepra era una enfermedad de la piel, muy dolorosa y muy contagiosa. Los enfermos debían dejar a sus familias y sus ciudades, para ir a vivir a cuevas en las montañas o lugares muy alejados, muchos morían solos,separados de sus seres queridos, con la única ayuda de otros enfermos, pues no existían hospitales. Hoy en día, sigue existiendo en países muy pobres, pero ya hay medicación y médicos que los atienden.
Tanto en el Antiguo Testamento(AT), como en el Nuevo Testamento (NT), encontramos historias de personas con lepra.Vamos a estudiar, primeramente una del AT, está en: 2ª de Reyes 5:1-19.
Puedes leerla en tu biblia o puedes
Escuchar la historia de Naamán con este vídeo
ACTIVIDADES A REALIZAR
Copia el enunciado de la pregunta y contesta:
1.- ¿Qué hizo la niña israelita sirvienta de Naamán?
2.- ¿Qué habrías hecho tú en su lugar?
3.- ¿Cómo se comportó Naamán al ver que Eliseo no lo recibió como él esperaba?
4.- ¿Qué sucedió cuando Naamán obedeció y dejó de ser orgulloso?
5.- ¿Qué has aprendido con esta historia?
Dios te Bendiga
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