Hola, ya ha pasado una semana, ¡¡qué rápido!!, Ahora en casa, tenemos tiempo para muchas cosas, por eso hay un texto en la Biblia, en el libro de Eclesiastés capítulo 3, que dice:
"Hay una temporada para todo, un tiempo para cada actividad bajo el cielo...
Tiempo para derribar y tiempo para construir....
Tiempo para llorar y tiempo para reír.....
Tiempo para entristecerse y tiempo para bailar...
Tiempo para abrazar y tiempo para apartarse...
Tiempo para callar y un tiempo para hablar...
Tiempo para buscar y tiempo para dejar de buscar..."
Ahora, es el tiempo de aprender la Palabra de Dios.
Esta hermosa canción, nos recuerda la lección de la semana pasada: el Poder de nuestro Dios sobre le enfermedad de la lepra, y cómo Naamán obedeció, obteniendo sanidad.
Esta historia estaba en el Antiguo Testamento, hoy vamos a ver como Jesús, que es Dios, tiene poder sobre la enfermedad de la lepra en el Nuevo Testamento.
Hay varios texto en la Biblia que nos enseñan esta gran verdad, uno está en:
Lucas 5:12-15
12. En una de las aldeas, Jesús conoció a un hombre que tenía una lepra muy avanzada. Cuando el hombre vio a Jesús, se inclinó rostro en tierra y le suplicó que lo sanara. —¡Señor! —le dijo—, ¡si tú quieres puedes sanarme y dejarme limpio!
13. Jesús extendió la mano y lo tocó: —Sí quiero —dijo —. ¡Queda sano! Al instante, la lepra desapareció.
14. Entonces Jesús le dio instrucciones de que no dijera a nadie lo que había sucedido. Le dijo: «Preséntate ante el sacerdote y deja que te examine. Lleva contigo la ofrenda que exige la ley de Moisés a los que son sanados de lepra.* Esto será un testimonio público de que has quedado limpio».
15. Pero, a pesar de las instrucciones de Jesús, la noticia de su poder corrió aún más, y grandes multitudes llegaron para escucharlo predicar y ser sanados de sus enfermedades.
Aquí puedes verlo:
Otro texto aparece en:
Lucas 17:11-18
11. Mientras Jesús seguía camino a Jerusalén, llegó a la frontera entre Galilea y Samaria.
12. Al entrar en una aldea, diez leprosos se quedaron a la distancia,
13. gritando: —¡Jesús! ¡Maestro! ¡Ten compasión de nosotros!
14. Jesús los miró y dijo: —Vayan y preséntense a los sacerdotes.* Y, mientras ellos iban, quedaron limpios de la lepra.
15. Uno de ellos, cuando vio que estaba sano, volvió a Jesús, y exclamó: «¡Alaben a Dios!».
16. Y cayó al suelo, a los pies de Jesús, y le agradeció por lo que había hecho. Ese hombre era samaritano.
17. Jesús preguntó: «¿No sané a diez hombres? ¿Dónde están los otros nueve?
18. ¿Ninguno volvió para darle gloria a Dios excepto este extranjero?».
Mira este vídeo , y aprenderás una gran lección que la Biblia nos enseña con esta historia
Así es, El Agradecimiento, por desgracia nos parecemos más, a los nueve leprosos que no se acordaron de agradecer a Jesús, que al único leproso samaritano, que creyó en Jesús y le pidió ayuda, pero también se acordó de agradecerle por lo que había hecho.
¿Te acuerdas de agradecer a Dios y a tus padres por sus cuidados? o ¿Estás utilizando tu tiempo para la queja?
Actividades para Realizar:
Contesta a las siguientes preguntas:
1.- ¿Qué valores buenos y positivos podemos ver en los leprosos?
2.- Según lo que has aprendido con estas historia, ¿Por qué crees es podemos acercarnos a Dios cómo un refugio cuando tenemos problemas?
3.- Escribe una oración de agradecimiento a Dios por todo lo bueno que te ha dado.
Espero vuestras respuestas
Dios os Bendiga
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